martes, 4 de septiembre de 2012

El día que fue mi día.

Corría el año 2009 y recién terminaba el cole. Sabía que iba ver menos a mi flia, a mis amigas y amigos de siempre, que verlos después de varias semanas serían mi momento de relax y distención.... que la música iba a ser mi fiel y casi silenciosa compañera por momentos. Empecé una de las carreras que más amé y que todavía amo y, a la vez, a trabajar.
Me enseñaron que hay que ser agradecida y me parece que hoy es un día ideal para agradecer y para recordar como me sentía en mi primer día. Le tenía miedo a todo, sí. Muchos no se dieron cuenta, otros simplemente hablaron y hablaron, sin pensar que detrás de mi sonrisa había muchas dudas e inquietudes. La gran mayoría de las personas que estaban a mi alrededor se esmeraron por ayudarme y lo lograron y gran parte de lo que soy como trabajadora lo aprendí de los que intentaron hacer de mi una buena compañera. Si les falle en algún momento, sepan disculpar, no fue con mala intención.
Pasaron 3 años desde el día en el que empecé a saber lo que es trabajar, a comprender el hecho de un laburo digno, copado y a la valoración del mismo. A confirmar que el trabajo en equipo es genial y a conocer a mucha gente que me ayudó y que sigue hoy con ganas de ayudarme y a enseñarme.
Esto a lo que me refiero es el trabajo de secretaria. Y si, tuvo y tiene sus pros y contras como todo, pero está bueno sentirse útil, saber que aunque con ir a buscarle el almuerzo a la o al de lado le estás haciendo el favor de su vida o aunque suene exagerado le estás salvando el día. De ahí en más, risas, algún que otro pequeño enojo, emociones y llantos son parte de un gran combo de sensaciones de lo que fue, es y será mi segundo hogar.
Así de simple, Gracias!
Gracias a los que siguen confiando en mí y a los que esperan de mí lo mejor. Les deseo lo mejor del mundo, simplemente porque creo que todos nos merecemos ser felices.
Hasta otro día.

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