martes, 25 de octubre de 2011

Lo que el voto nos dejó...


Lejos de mis reflexiones, hoy me toca escribir por prescripción de mi querida profesora (a quien no hace falta nombrar más que con esa descripción) sobre lo que fueron las últimas elecciones generales.
Más allá del análisis que todo aficionado a la opinión pública pueda realizar, es importante resaltar, al menos para mí visión personal, lo que nos dejaron los últimos comicios, dejando de lado excentricidades y especulaciones de lo que será la continuidad al mando de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner. Algunos la aman, otros la detestan, no creo que haya un punto medio, pero lo importante a destacar es que, si bien lo que se juega en cada situación como ésta, en la que podemos agradecer tener la oportunidad y el derecho de votar de manera libre y democrática a nuestros representantes, son dos aspectos que llaman la atención: el primero es la preponderancia a la sola figura del candidato presidencial y lo trascendente que puede ser un spot por encima de la propuesta o de la plataforma política en sí misma. Desde el cántico fervoroso incitando al voto hacia "El Alberto" Rodriguez Saa, pasando por "Es ahora." de Francisco de Narvaez, hasta los testimonios esperanzadores del Frente para la Victoria de quienes volvían del exterior para apostar por su país nuevamente y a veces hasta desde 0. Todos nos atraparon y hasta nos hartaron, pero ¿nos dejaron alguna propuesta o medida a tomar, más allá de la promesa del "Wi Fi" para todos? El punto es que nada de esto nos sirvió, exceptuando las medidas que CFK anunciaba en época de campaña, cuestión que disgustó a más de uno. Muchos ni siquiera supimos quién era el candidato a vicepresidente de Eduardo Duhalde y lo que más se difundió en los medios sobre él fue su propio pronóstico desacertado e insistente en contra de la presidenta, cosa que tampoco aportaba demasiado a su discurso.
Por otro lado, la oposición fragmentada en diversos partidos políticos que no se molestaron por darse a conocer más allá de su publicidad cedida por la Dirección Nacional Electoral, tampoco tuvieron la suficiente fuerza como para superarse a sí mismos y poder mostrar su poder de convocatoria o de convencimiento hacia para los votantes, que se vieron atraídos en porcentajes por de más menores en comparación al más del 50% que obtuvo el Frente para la Victoria, pero por sobre todas las cosas la figura independiente de la presidenta Cristina Kirchner. 
En fín, lo que las elecciones nos dejaron fue, casi en su totalidad, unas cuantas promesas sueltas y poco trascendentes, sumadas a los dichos descabellados de figuras ya conocidas por su tono irónico y hasta ofensivo de crítica destructiva hacia el oficialismo, y la esperanza de que todo de lo que queda por mejorar y cumplir sea concretado a lo largo de estos "nuevos" 4 años.



miércoles, 12 de octubre de 2011

Ante todo, la verdad.

Cuando la verdad duele o enoja, no te queda otra que aceptarla. ¿Cuántas veces escuchamos la frase "te digo la verdad: "para mí (esto o aquello) es así"? En mi caso, la verdad de hoy fue sorprendente hasta para quien la decía convincentemente pero, mal que nos pese a muchos o algunos pocos, cuando la verdad resuena y no te gusta, no hay otra que aceptarla. Cuando la aceptan más de uno pero a otros nos les gusta ni un poquito... también. Tan sólo por el hecho de que, a veces, no siempre mi verdad es tu verdad. Cuando las verdades no coinciden, surge el conflicto, y el descontento o la discusión de que, porque tu verdad no es la mía, nunca vamos a estar de acuerdo.
La verdades pueden ser distintas miradas sobre una misma realidad pero, como nos han dicho a mis compañeros de la facultad y a mí, la realidad se construye. Y la verdad, en algún punto, también.  

miércoles, 5 de octubre de 2011

Una nueva obsesión?

Por más superfluo que suene, en algún rincón del insconciente, siempre hay algo que me atrae de las personas que se puede asociar a otras. Será por ese afán de no sentirse nuevo en lo desconocido, o porque cada buen recuerdo que alguna vez me hizo sonreír tiene que estar presente siempre. Por esas cosas locas de la vida, un perfume, un olor, un sabor, un gesto, siempre que me haga recordar alguna situación feliz, vuelve como si me persiguiera. Puede que sea una obsesión o una "reaparición" nueva, porque la encuentro de otras personas, pero es vieja porque ya la viví o porque ya la VÍ en otros. Pero no estoy hablando de un deja vù, no no, si no de eso que alguna vez me sacó una sonrisa y me ganó por cansancio. En fin, a quienes me dejaron esta especie de secuela, les agradezco que se repitan en otras escenas, para recordarme que incluso de lo peor siempre hay algo que se puede rescatar. Y a los nuevos... les agradezco existir, simplemente porque sin ellos, del resto, tal vez, no rescataría nada bueno.