Cuando la verdad duele o enoja, no te queda otra que aceptarla. ¿Cuántas veces escuchamos la frase "te digo la verdad: "para mí (esto o aquello) es así"? En mi caso, la verdad de hoy fue sorprendente hasta para quien la decía convincentemente pero, mal que nos pese a muchos o algunos pocos, cuando la verdad resuena y no te gusta, no hay otra que aceptarla. Cuando la aceptan más de uno pero a otros nos les gusta ni un poquito... también. Tan sólo por el hecho de que, a veces, no siempre mi verdad es tu verdad. Cuando las verdades no coinciden, surge el conflicto, y el descontento o la discusión de que, porque tu verdad no es la mía, nunca vamos a estar de acuerdo.
La verdades pueden ser distintas miradas sobre una misma realidad pero, como nos han dicho a mis compañeros de la facultad y a mí, la realidad se construye. Y la verdad, en algún punto, también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario